El arte siempre se ha considerado el principal medio para hacer catarsis, para liberar nuestras emociones más profundas, para limpiar nuestro corazón, y sin duda el baile, desde tiempos primigenios, ha tenido una función curativa emocional muy importante para los seres humanos.
De esta manera lo explica Martha Ligia Gómez, una destacada artista, coreógrafa, experta en alquimia y danzas sagradas, nacida en Ciénaga Magdalena, pero radicada hace muchos años en la ciudad de Barranquilla.
Martha desarrolló su propio método para liberar las emociones negativas, a partir de su profundo conocimiento de la danza como vehículo de expresión, pero también a partir de una dolorosa experiencia personal de violencia intrafamiliar.
Fue su propio laboratorio para descubrir como el trabajo del cuerpo, a través de la danza, es un camino espiritual, colectivo y vibracional, que sirve para liberar las cargas pesadas de nuestro sufrimiento y dolor emocional.
Para esta artista, el cuerpo es una especie de caldero, que se carga constantemente de mucha información, de manera consciente e inconsciente. Esa información, según nos dice Martha, no siempre es una información constructiva, es que estamos todo el día con nuestros sentidos observando, escuchando, tocando, oliendo, de esta manera nuestra memoria se va cargando de todos esos sucesos, y algunos de ellos se van instalando en nuestra mente, como un programa de cómputo. Por esta razón sostiene Martha, necesitamos aprender a liberar toda esa carga , porque si no el cuerpo se puede sobrecargar y puede llegar a estallar
En este sentido, Martha resalta la importancia de hacer catarsis, porque dice que nuestras emociones requieren una limpieza y un orden, así como cuando nos bañamos, así como nos lavamos los dientes o las manos. Y así, como sabemos que tenemos cosas materiales que deben ir en determinados sitios para guardar un orden.
Sostiene también que nuestro cuerpo necesita trasformaciones, revelarse, necesita desinstalar la programación que nos ata, que nos hace sufrir, y nos invita a reprogramarnos para resolver nuestros conflictos internos, para resignifcarnos, para ser resistentes.
Su método lo denomina sinergia, que tiene que ver con la energía colectiva que nos trasmitimos unos a otros. Para este proceso afirma que es vital la conexión del cuerpo con el sonido, para que a través de la danza se den los pasos necesarios para la sanación, estos son el movimiento, el cambio, la transformación y la transmutación.
Le preguntamos en qué hora es indicado hacer este proceso y Martha nos responde que depende de lo que se quiere hacer, por eso se puede hacer en diferentes horas en el transcurso del día. Por ejemplo si lo que se quiere es cerrar un proceso, entonces se hace al terminar el día, cuando el sol esta menguando, “es replicar el ciclo del día contigo mismo, el cuerpo está adaptado para asumir estos ciclos naturales” .
Para Martha, la catarsis es fundamental, para evitar que el estallido de nuestras emociones nos deje sin aliento e incluso podamos dañar a las personas que nos rodean. Además del dolor emocional, la artista y coreografía nos dice que el cuerpo también sufre mucho físicamente, al cargarse de dolor , de miedo o rabia, el cuerpo se tensiona, entonces se tensan los ligamentos, las rodillas y sentimos palpitaciones y nos descompensamos y sufre nuestro organismo.
Su invitación entonces está dirigida a transformar los imaginarios nocivos que nos van imponiendo a lo largo de la vida, y alienta a que encontremos el método, la compañía y la guía para soltar todo el dolor e inseguridad que llevamos en nuestro interior, incluso, afirma que tenemos que estar en la capacidad de soltar la misma felicidad. Es aprender a movernos por la vida con la fuerza del movimiento y de la danza.