día de las madres colombia mayo
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¿Qué nos pasa el día de la madre?

Después de la alerta, de las medidas de seguridad especiales  y de todas las campañas y llamados para que el día de la madre se celebre con mesura, en paz y en convivencia, el país queda siempre expectante para conocer el balance de esta fecha, para saber si continua con el fatal  rotulo  de ser uno de los fines de semana más violentos del año, además de permitirnos confirmar que somos una sociedad intolerante, con unos niveles de violencia irracionales y que se debate en medio de paradojas absurdas como de celebrar  una día tan significativo en medio de agresiones y muerte.

Las primeras cifras que presenta la Policía Nacional dicen que el balance es positivo, que por lo menos se bajaron las estadísticas del año pasado, sin embargo, hay dos factores a tener en cuenta, el primero que  los datos todavía son preliminares, el segundo,  al comparar el año pasado no se tiene en cuenta que  el fin de semana de 2018 incluía un día festivo, mientras este año no.

De esta manera según la Policía Nacional, el fin de semana del día de la madre de este año  se reportaron 110 muertes violentas, una disminución en 16 casos comparado con el 2018.

En el caso de las lesiones personales se pasó de 1.023 en 2018 a 247 en el 2019, esta es una reducción importante, de acuerdo con las autoridades esto se debe al “trabajo oportuno y coordinado entre las capacidades institucionales y la comunidad en cada uno de los casos en que fue necesaria la presencia policial”.

Con respecto a los casos de violencia intrafamiliar se presentaron 535 casos frente a 611 el fin de semana de 2018. Las estadísticas que no se lograron reducir  y siguen en aumento son los casos de violencia de género que hasta el momento registraron un aumento cercano al 20 %: 123 casos frente a los 92 del año 2018.

Aunque hubo reducción en muchos de los indicadores, las cifras siguen siendo preocupantes, además también debemos entrar a preguntarnos qué tan diferente es el comportamiento de un fin de semana corriente  comparado con el que coincide con la celebración del día de la madre. Lo primero que hay que decir es que el 35 % de las muertes violentes en el país ocurren en estos días, de acuerdo también con cifras de Medicina Legal en promedio en los fines de semana en el país se pueden presentar cerca de 81 casos de muertes violentas, es decir que el fin de semana del día de la madre si tiene un aumento , pero la conclusión es que el sábado y domingo son días con altísimos niveles de violencia en el país, lo que  también nos debe a llevar a pensar que está pasando con las dinámicas de uso del tiempo libre, de encuentro familiar y de esparcimiento de los colombianos, porque se están convirtiendo en escenarios donde se  exacerba los problemas de convivencia, tolerancia y violencia, principalmente en un espacio que debería ser de protección, cuidado y seguridad como es el hogar.

La segunda consideración que se debe tener en cuenta es el papel de los hombres en esta problemática, al ser los mayores protagonistas y causantes de los diferentes tipos de violencia que afecta tanto la esfera pública como privada.

Sólo hay que observar que desde niño, al hombre se le forma desde pautas  como la imposibilidad de dominar sus impulsos sexuales y a estar buscando probar su masculinidad a través de someterse a situaciones peligrosas y violentas. Las cifras son contundentes más del 90% de las víctimas fatales registradas en el balance del día de la madre son hombres, es decir que ellos causan y son las mayores  victimas de ese circuito de violencia producto del machismo y la forma como se concibe el ser hombre en nuestras sociedades.

Es posible que en lo sucesivo, las medidas de choque implementadas para reducir los índices de violencia implementadas por las diferentes autoridades en el marco de la celebración del día de la madre muestren ciertos resultados positivos, pero sin duda las acciones tienen que encaminarse a un cambio cultural,  se debe hacer un trabajo para repensar el significado y el lugar del hombre y de lo masculino en nuestras sociedades, que tiene que pasar por superar los estereotipos del macho violento y llegar a los hombres más vinculados con la responsabilidad del autocuidado y cuidado, del respeto, de la convivencia, de la comunicación y de su mayor involucramiento en las dinámicas de lo privado y del hogar. Este es un cambio urgente y en el que se debe comenzar a trabajar desde niños, desde el mismo momento de la gestación, desde las familias, hogares, instituciones educativas, entornos laborales y sociales.