Educar para prevenir las violencias de género

En Katarsis hablamos con Pilar Cardona,  psicóloga, investigadora y especialista en temas de violencia y que está a cargo del programa educativo  “Por mí, por ti, por los dos” enfocado en la prevención de violencias contra las mujeres en las relaciones de pareja de adolescentes y que están  liderando la Fundación Natalia Ponce de León, la Fundación Avon y la Universidad El Bosque.

De acuerdo con Pilar, esta idea surge en los procesos de investigación que adelantaba la Universidad El Bosque  sobre el reconocimiento de las violencias de género como un asunto de salud pública, que queda en evidencia con las diferentes cifras que se reportan en el país sobre violencias contra las mujeres, que están en un promedio de 47 mil a 50 mil casos por año.

La otra causa fundamental se encuentra en la revisión que se hizo de los datos sobre violencias de las diferentes fuentes que existen en el país, donde se determina que la población que está entre los 13 y 24 años tiene muy altos reportes de violencia de pareja. De esta forma las adolescentes en el país están denunciando este tipo de violencias, no solamente física, sino psicológica  y sexual por parte de su pareja o expareja, lo que sin duda las expone a un alto riesgo de feminicidio. El año pasado Medicina Legal dio a conocer 900 casos de homicidios de mujeres de los cuales 132 corresponden a mujeres que perdieron la vida en el marco de la violencia de pareja.

De esta manera, con todos estos datos se vio la necesidad de trabajar la prevención de las violencias de género con adolescentes, tanto hombres como mujeres, porque es ahí  donde comienza a surgir y configurarse este tipo de relaciones violentas especialmente hacia las mujeres.

Con respecto a este programa, Pilar afirma que tiene base en un enfoque de género, además de tener presente  un elemento muy importante y es que muchas veces las adolescentes no tienen relaciones con jóvenes de su misma edad, sino con hombres mayores  lo que las pone en un riesgo aún mucho más alto.

De esta forma se trabaja para sensibilizar en que existen muchos tipos de violencia que se pueden denunciar. Es claro que es más fácil para las adolescentes reconocer violencias como la física, pero hay otras que no son tan fáciles de reconocer como es el caso de la violencia psicológica  y algunas formas de violencia sexual, donde la adolescente cree que su novio la puede forzar a tener relaciones sexuales aunque ella no quiera.

Así mismo hay un tipo de violencia reactiva donde el adolescente ya ha estado  viendo la violencia que se ejerce en su hogar contra su mamá, tías o abuelas y que de alguna manera le está enviando un mensaje sobre que también se tiene que dejar violentar  porque eso es algo normal.

Para Pilar los objetivos principales de este programan están en generar un conocimiento sobre las violencias de género, pero también promover cambios frente a los roles y estereotipos de género que permean las relaciones de pareja.

También se trabaja todo el tema del cuerpo y el desarrollo psicoafectivo, amor propio, la resignificación del amor romántico, empoderamiento de derechos humanos, higiene sexual, de forma que a largo plazo se obtengan resultados importantes en la disminución de las violencias de género en la población a la que se va a llegar con este programa, además de trabajar en nuevos roles de género más igualitarios que reconozcan todas las fortalezas y capacidades de las mujeres.