Los procesos de duelo fundamentales para la salud mental
Una de las situaciones más complejas en la vida de cualquier persona es la pérdida de un ser querido, esto incluso no sólo impacta de manera individual a quien lo vive de manera más cercana, también tiene consecuencias importantes en su entorno social. En Colombia podemos decir que tristemente es frecuente experimentar perdidas de personas que generan un duelo profundo en todo el país, como los casos recientes de la muerte de varios jóvenes policías en el atentado terrorista a la Escuela General Santander o la absurda muerte del cantante Fabio Legarda por una bala perdida en medio de un intento de fleteo en la ciudad de Medellín.
Precisamente sobre la importancia de realizar un duelo de manera acertada para superar la muerte, tanto de manera individual como colectiva, sobre todo cuando ocurre de manera trágica e intempestiva, hablamos con Gina Fuentes, psicóloga, gerontóloga, con maestría en Seguridad y Salud.
De acuerdo con Gina Fuentes, es importante tener en cuenta que el ser humano es un ser vivo psicosocial, por lo que los procesos de duelo son indivisibles y por lo tanto se requiere de un abordaje integral. En este sentido el duelo es la reacción natural ante la pérdida de una persona principalmente a nivel emocional. La palabra duelo viene del latín dolus, es decir dolor, especialmente en una dimensión psicológica ante una pérdida. Según Gina es importante señalar que tiene un componente cultural que nos puede indicar que el proceso es adecuado o patológico, y resalta que es necesario que las personas en esta situación vivan todas las etapas de duelo, que desde el ámbito terapéutico son la negación, ira, negociación, depresión y aceptación. En cada uno de estos procesos señala Gina es fundamental siempre contar con la ayuda profesional pertinente para poder superar cada una de las etapas del duelo y el proceso en el que cada persona se encuentra.
En el caso de no realizar intervenciones de duelo se puede generar lo que se conoce como duelo patológico, donde no se manifiesta el dolor, pero que poco a poco va teniendo repercusiones serias en la vida cotidiana de la persona afectada, además el tiempo de superación de la perdida puede presentarse con una duración de más de dos años o extenderse mucho más en el tiempo, que incluso pueden llevar a la no superación de la perdida.
Para Gina, en el proceso de duelo aunque existe una perdida individual se convierte en un proceso social, contemplando que la afectación no sólo involucra a las personas que sufren la perdida de manera más allegada, en la realidad afecta a todo el entorno social y cultural , las perdidas traumáticas impiden que una persona pueda anticiparse y prepararse para elaborar un duelo, sin embargo ante esta situaciones es donde se debe intervenir con el fin de que el proceso de duelo pueda ser asumido por la persona y la comunidad, el apoyo social debe estar bajo un proceso de vigilancia que permita tener un control de las implicaciones a nivel laboral , productivo, en la salud y en el entorno en el cual se esté involucrado , de aquí la importancia que en este proceso se permita la inclusión de toda la comunidad afectada y el personal de la salud debe estar capacitado para la intervención en crisis cuando se presenta una situación por ejemplo como la que vivió el país con el atentado de la escuela de Policía General Santander. Esto quiere decir que la implementación de los sistemas de vigilancia en salud mental se deben brindar a toda la comunidad afectada, llevando un control permanente que nos permita dar cuenta que el proceso es adecuado, tanto individual como colectivo.
Finalmente Gina considera, que aunque en muchas ocasiones la comunidad y la sociedad se preguntan por la necesidad de realizar un proceso de duelo, si cada persona puede tener su propia forma de asumirlo, es importante tener en cuenta que los procesos de duelo son fundamentales para las personas y la sociedad, estos deben hacer parte también de políticas públicas en materia de salud mental, bienestar y calidad de vida.