Gendes
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El cuidado y la crianza también es asunto de hombres

Masculinidades alternativas,  nuevas masculinidades, masculinidades responsables, son tal vez los nombres  que se usan con mayor frecuencia para denominar las organizaciones y colectivos de hombres que desde la década de los noventa  comenzaron a investigar, pensar y construir formas y alternativas para redefinir el significado y rol de los hombres en el marco de una cultura patriarcal, pero pese a que es un tema que se viene trabajando en el país hace casi treinta años   aún no tiene los espacios y la divulgación suficiente para su desarrollo.

Es así que en el marco del  conversatorio “Equidad de Género: también una cuestión de hombres” realizado en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, convocado por la organización civil mexicana Gendes, tuvimos la oportunidad de hablar con  Douglas López, quien hace parte de este grupo de hombres que en Colombia están trabajando para promover una redefinición de lo masculino, que nos permita avanzar hacia sociedades con menos violencias y más justas.

Douglas se define como un hombre interesado por los temas sociales, es arquitecto, con  estudios en piscología y magister en desarrollo educativo. Afirma que termina dejando la arquitectura para trabajar en lo social a partir de diferentes aprendizajes y procesos con sus parejas,  de ser testigo de las luchas que ellas daban para enfrentar el machismo y la desigualdad de género en nuestro país. Así mismo destaca de su experiencia personal y aprendizaje al lado de su mamá, un ama de casa que le brindo una serie de conocimientos muy valiosos en términos  de crianza, de preparación de alimentos y del cuidado en general, y aunque admite que hubo más responsabilidades para su hermana en este tema, si lo formó como hombre en estas dinámicas, lo que le permitió participar de una manera muy importante en estas tareas, permitiéndoles tener una visión especial y distinta  de la importancia del cuidado y de la necesidad de que los hombres asuman su responsabilidad en esta materia.

Douglas señala que en este proceso de investigación para construir masculinidades responsables hubo un momento importante,  fue en el 2004, a partir de su trabajo con excombatientes del conflicto armado en el país. En esta experiencia puedo observar como esas concepciones tradicionales de la masculinidad afectaron de manera profunda las posibilidades de estos hombres de poder reconstruir y retomar sus dinámicas familiares y completar de manera satisfactoria su proceso  de reincorporación a la vida civil.

Por esta razón, este investigador y promotor de nuevas masculinidades resalta la importancia de trabajar el tema del cuidado, asegurando que sólo hay que mirar el entorno para entender que  nos estamos descuidando a nosotros mismos y señala: “ Vemos a niñas y niños maltratados, no sólo en términos de maltrato físico, vemos altísimas tasas de violencia sexual contra menores de edad, vemos como la tasa de feminicidio ha aumentado, vemos hombres suicidándose , vemos los niveles de homicidios de hombre en riñas y básicamente no hacemos nada”

La dinámica del cuidado y crianza se ha concentrado casi que exclusivamente en las mujeres de manera histórica, pero con la penetración de la mujer en la esfera de lo que se denomina lo público la dinámica   de la crianza ha quedado desprotegida, pero el tema, señala Douglas, no es que las mujeres vuelvan a ocuparse plenamente de estas labores y que se retroceda en todos los logros y conquistas que se han dado por la reivindicación de sus derechos, no, el asunto es como lo abordamos como sociedad, desde una dinámica de derechos, que tenga una visión de corresponsabilidad que genere una balanza y distribución equitativa de responsabilidades, que sea un asunto donde también el estado y el sector productivo asuman su parte, pero especialmente es buscar la forma para que también los hombres asuman y se vinculen en las dinámicas del cuidado y la crianza.

Para Douglas este es un paso decisivo, si nuestras sociedades logran equiparar estas cargas, además de tener en cuenta que el hogar y las familias son el escenario primario donde tenemos la oportunidad de construir y formar para establecer relaciones igualitarias y respetuosas, podemos decir que esto se traducirá a futuro en una sociedad con mayor justicia y equidad.