Ley 1257 de 2008 invisible, como los asuntos de las mujeres
La Ley 1257 de 2008 es una de las principales herramientas y avances en Colombia, en materia de justicia para las mujeres víctimas de las diferentes formas de violencias por razones de género. Al tiempo hay que destacar que la expedición de esta ley en el país es también una importante conquista de los movimientos y organizaciones de mujeres, su incidencia y trabajo fueron decisivos y determinantes para la construcción y aprobación de la ley en el Congreso de la República y su posterior sanción presidencial.
Este mes de diciembre la Ley 1257 llega a 10 años, por esta razón hablamos con la abogada Linda Cabrera sobre el balance en términos de logros y barreras en la implementación y aplicación efectiva de la ley durante estos años. Linda es la subdirectora de la Corporación Sisma Mujer, organización feminista que trabaja en el país desde hace 20 años por la defensa y promoción de los derechos humanos de las mujeres, y además hizo parte de las 3 delegadas para representar a las organizaciones de mujeres en el Comité de Seguimiento a la Ley 1257.
El Comité es la instancia creada por la misma ley para hacer seguimiento al cumplimiento e implementación de la 1257 en todo el país. Está conformado por la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo, La Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer y 3 representantes de organizaciones de mujeres.
Linda Cabrera considera a la Ley 1257 como la norma más importante que existe en el país en materia de violencias de género, además señala que es la ley con el mejor enfoque de integralidad en cuanto a intervención de este tipo de violencias. Así mismo explica que la labor que realiza el Comité es fundamental porque permite visibilizar la importancia de la ley tanto en los escenarios nacionales como territoriales, además de contribuir también a visibilizar la gravedad de la situación de violencias contra las mujeres.
El Comité también es un espacio donde se puede revisar y hacer recomendaciones a todo el accionar de las diferentes entidades con responsabilidades frente a la Ley, precisa Linda, al tiempo que señala con contundencia y poniendo sobre la mesa una de las principales barreras a las que se enfrenta la ley: “si no fuera por el Comité, la Ley 1257 sería mucho más invisible de lo que es desafortunadamente hoy en día para muchas autoridades”
Cuando se le pregunta la razón de la poca visibilidad y conocimiento de la Ley, la subdirectora de Sisma Mujer asegura que se debe básicamente a que la 1257 es una ley de mujeres y para los asuntos de mujeres, temas que siguen siendo valorados desde los estereotipos de discriminación y violencia hacia las mujeres, situación a la que no son ajenas las autoridades que están encargadas de hacer cumplir la ley.
En este sentido señala con preocupación, la mayor cantidad de prevaricatos en el país es por cuenta del incumplimiento de leyes como la 1257. Según Linda, las autoridades en el país aún no le han dado el estatus de ley, de norma, de que sea algo vigente y que se tiene que cumplir, porque simplemente como se refiere a la solución a problemas de las mujeres está presente el sesgo de género , por esta razón cuando llegan los casos a sus despachos consideran que no son los más importantes o no son los más graves, precisamente por la naturalización y normalización de las violencias contra las mujeres, de forma que son los casos que se comienzan a quedar en el rezago, porque está en el imaginario de los funcionarios que tienen que ocuparse de las cosas realmente importantes según su criterio.
De esta forma, Linda Cabrera identifica como el reto más grande, el posicionar la Ley 1257 ante las autoridades, que puedan entender en que consiste el enfoque de integralidad , que esta es una ley que tiene otra forma de hacer las cosas, que es una ley que cambió la forma de intervención del Estado, en el sentido de que ya no opera linealmente, sino integralmente, de manera que las mujeres tengan acceso a la justicia, pero al mismo tiempo también tengan medidas de acompañamiento psicológico , en salud, que tengan una oportunidad laboral, de forma que estas medidas apunten a erradicar la situación de vulnerabilidad y la exposición de violencia en la que se encuentran las mujeres víctimas.
Para Linda desafortunadamente aún hay mucha resistencia de las autoridades a reconocer esos cambios. Menciona que el sector de educación es uno de los más resistentes, asegura que en esta apreciación coinciden muchas de las organizaciones de mujeres en el país, lo que considera muy grave, teniendo en cuenta que es a través de la educación que se debe impactar y trabajar en el cambio de esos patrones o modelos de discriminación cultural que existen en la sociedad, si esto no se hace, no vamos a tener generaciones diferentes.
La subdirectora de Sisma Mujer considera que en el país no se necesitan más leyes y hace un reconocimiento al trabajo de incidencia del movimiento de mujeres para hacer aprobar las leyes que se requerían, pero reitera que hay que trabajar mucho para que estas leyes se cumplan.
Para concluir, reconoce que se están haciendo esfuerzos importantes desde la institucionalidad, asegura que no estamos en el mismo punto de hace 10 años porque muchas entidades se han dado a la tarea de trabajar el tema, y destaca por ejemplo lo que se hace en Medicina Legal para identificar el riesgo de feminicidio, menciona también el Sistema de Información sobre Violencias de Género que está comenzando a andar, también hace alusión a la adopción por parte de la Fiscalía de protocolos para mejorar las intervenciones en este tipo de casos, entre otros ejemplos, sin embargo, reitera: “aún nos falta mucho por trabajar, las cifras y registros de violencias contra las mujeres son muy altos y preocupantes.”